La faceta espiritual del guaraní constituye uno de los aspectos más llamativos y atrayentes de su cultura. Desde el mismo momento de la conquista hispánica, llamo la atención de los conquistadores y colonizadores el hecho de que los guaraníes no poseyeran templos, ni ídolos o imágenes para venerar, ni grandes centros ceremoniales. No dudaron en deducir que se trataba de un pueblo sin ningún tipo de creencias religiosas.
La verdad era otra, la religiosidad existía y era profundamente espiritual, a tal punto de no necesitar de templos ni de ídolos tallados.
Las comunidades guaraníes son pueblos profundamente religiosos, con alto grado de espiritualidad. Los guaraníes son monoteístas y su dios es “Tubá”, creador de todo lo existente. También son animistas, es decir, consideraban que el mundo de los vivos estaba rodeado por espíritus buenos o malos que aparecían bajo formas humanas o animales Su vida estaba completamente orientada al Mas Allá, la ”Tierra Sin Mal”.
El objetivo de vida del hombre guaraní, es lograr la vida sin falta para
"Antonio Ruiz de Montoya (S.J. 1585-1652), entre otros, consideró a los Guaraní como «ateístas»; tanto por no reverenciar esculturas religiosas como por librarlos de las consecuencias que recaerían sobre ellos, si se los considerase profesos de otras religiones. Eso queda muy claro en su Apología escrita durante las polémicas que le tocó enfrentar en su vejez. Según él, los Guaraní «en cierta manera fueron ateístas» y jamás tuvieron ídolos, adoración ni idolatría de los que falsamente se los calumniaba; al contrario, las «naciones Guaraní y Tupí» han sido siempre ateístas." La buena palabra, experiencias y reflexiones religiosas de los grupos guaraníes (Graciela Chamorro, Academia de Misión de la Academia de Hamburgo, Alemania)
Más allá de la dificultad que aún hoy representa determinar
con precisión el origen del pueblo Guaraní, es importante destacar, la
trascendencia que culturalmente tuvo y tiene en el territorio de la actual
provincia de Misiones (Argentina) y en la región.
Se pudo establecer
que en el Paraguay existían tres subgrupos de Guaraníes: Los Mbyá, los
Pai-tavytera, los Chiripá o Ava-Katú-Eté. Este último es el que participó en el
proceso evangelizador llevado a cabo por los Jesuitas Españoles en la región de
“las misiones”.
Los Guaraníes habitan actualmente, al igual que lo hacían en
el pasado (pero en zonas sumamente reducidas por la acción del blanco), el
territorio que corresponde al suroeste de Brasil, Noreste de Argentina,
Paraguay, parte de Bolivia y parte de Uruguay.